La manipulación de las imágenes es uno de los grandes retos de nuestro tiempo, pero las fotografías han sido manipuladas desde el principio de su existencia. Los primeros casos conocidos son del siglo XIX y desde entonces hemos tenido que convivir con ello. Entonces, ¿debemos preocuparnos por algo que lleva ocurriendo desde hace tanto tiempo?

Creemos que si, aunque para entender por qué es necesario hacer un breve recorrido por la historia de la manipulación de imágenes.

Fotografía analógica

Cuando nace la fotografía es analógica y se genera mediante procesos químicos. Pronto se descubrió que se podían alterar los resultados por medio de técnicas artesanales como:

• Doble exposición
• Tapados zonales
• Pintura
• Recortes

Hay una lista de fotografías con gran valor histórico que fueron manipuladas en su día con estas técnicas y afectan a personajes como Abraham Lincoln, Nicola Tesla, Stalin, Hitler o Mussolini, entre otros.

La capacidad de manipulación de las imágenes estaba limitada a muy pocas personas que conocían esas técnicas y disponían de los medios necesarios para realizarlas.

Fotografía Digital

El nacimiento de la fotografía digital revolucionó la generación de imágenes, por primera vez no era necesario un revelado físico, esto permitió que al hacer una foto podamos ver el resultado en el momento y decidir si la conservamos o la borramos, sin ningún coste por ello. Como consecuencia se realizan muchas más fotografías puesto que no supone un coste hacerlas o revelarlas (no hay que comprar carretes ni pagar revelados en papel). Además, la miniaturización de la electrónica hizo que las fotos no fueran tomadas solo por cámaras, también se incorporaron a teléfonos móviles y todo tipo de dispositivos electrónicos que añadieron esa capacidad.

La manipulación de las fotos digitales requerían de herramientas digitales para poder hacerse, y ahí aparece Photoshop.

Photoshop

Esta herramienta fue lanzada el 19 de  febrero de 1990, desde entonces su uso y popularidad han experimentado un crecimiento exponencial. Inicialmente la usaban diseñadores gráficos, pero pronto la empezaron a usar fotógrafos para mejorar sus fotografías y, en ocasiones, manipularlas.

Se hizo tan popular en sectores como la moda, que todo el mundo conoce la existencia esta herramienta, y que las fotos de las modelos y famosas suelen estar retocadas.

Pero su alcance va mas allá, puesto que permite que muchas mas personas puedan manipular las fotos añadiendo o eliminando cosas a su antojo. La barrera de entrada a la manipulación de imágenes es más baja que en la fotografía analógica, gracias a esta herramienta y a otras equivalentes que ofrecen soluciones similares.

Los filtros digitales

La telefonía móvil y las redes sociales popularizaron el selfie, y desde 2013 no ha dejado de crecer su uso. Con estos ingredientes, Snapchat añadió en 2015 filtros que permitían lograr efectos sorprendentes en los selfies que los usuarios subían a la aplicación.  Hoy en día no hay una red social que no ofrezca diferentes filtros para cambiar nuestro aspecto en los selfies o videos que generamos.

Estos filtros no han hecho mas que mejorar sus capacidades, mediante software evolucionado y el uso de inteligencia artificial para mejorar los resultados en tiempo real.

La barrera para manipular nuestra imagen en fotos y videos casi desaparece con estas herramientas, cualquiera puede hacer estas modificaciones sin una formación especial.

La llegada de la IA

La llegada de la inteligencia artificial es un impulso decisivo en muchas herramientas de edición y manipulación de imágenes. Pero es la reciente irrupción de la IA generativa la que ha puesto todo «patas arriba» puesto que permite hacer cosas que, hasta ahora, resultaban imposibles.

La IA generativa permite crear images, fotos y videos mediante comandos de texto o voz, pudiendo generar por tanto imágenes que no existían y que son indistinguibles de la realidad para la mayoría de las personas.

También permite manipular fotos o videos reales con extrema facilidad y grandes resultados.

Las últimas versiones de los smartphones de las grandes compañías incluyen IA para eliminar objetos de las fotos que todos tomamos, o generar versiones mejoradas de las mismas.

Y todo ese poder está, por primera vez en la historia, al alcance de todo el mundo, por lo que la democratización de la manipulación de imágenes se acerca a su cénit.

Entonces, ¿debemos preocuparnos?

La simplicidad y potencia de las herramientas actuales han generado un situación inédita, cualquiera puede generar imágenes falsas o alteradas con extrema facilidad.

Vivimos en un mundo tremendamente visual e interconectado. Consumimos más contenido que nunca antes en la historia y en muchos casos, no somos capaces de distinguir lo real de lo que no lo es, y esto nos hace vulnerables.

El uso malintencionado de las últimas tecnologías disponibles, plantean un escenario incierto y lleno de riesgos para toda la sociedad. Estas tecnologías son muy poderosas y muy sencillas de utilizar (cada vez lo serán más), por lo que el reto que tenemos por delante es mayúsculo.